Agradecimiento y fin

Esto llega a su fin. Comenzó como una prueba de constancia y estabilidad, pero ni una ni otra se han sostenido en el tiempo, de lo cual este meditante es el único y exclusivo responsable.

Agradezco a todos cuantos se han pasado por este cuaderno su amabilidad y paciencia, pero   ante la falta de estímulos es hora de echar el cierre. No obstante, si alguien tiene interés o curiosidad en continuar leyendo esta historia, Treinta y dos días de octubre, puede hacerlo en mi otro cuaderno, La raza de Caín, donde la novela está publicada íntegramente, junto con otros escritos. Allí será bien recibido, aunque no sé si por mucho tiempo, porque también está amenazado de derribo. En fin, aguantaremos atrincherados hasta nuevo aviso…

En todo caso, gracias de nuevo a todos y hasta siempre.

Esta entrada fue publicada en Varios. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario